Enrique Stola: Feminismos, DD. HH., Igualdad como principio de la acción y Libertad

Profundo malestar ante toda situación de dominio capitalista-socio-cultural-moderno/colonial, la dominación masculina y las trampas de la cultura patriarcal-machista-racista.

Categoría: Abuso sexual contra niños y niñas

“Lo que excita a los abusadores y violadores es el ejercicio del poder”

El prestigio médico psiquiatra, activista feminista y de los Derechos Humanos, concedió una esclarecedora entrevista a Radio Rojas en la que, con su proverbial claridad, analizó temas de candente actualidad – Abuso sexual en las infancias, el rol de la justicia y la mirada de la sociedad

El prestigio médico psiquiatra, activista feminista y de los Derechos Humanos Enrique Stola, concedió una esclarecedora entrevista a Radio Rojas en la que, con su proverbial claridad, analizó temas de candente actualidad.

En El Nuevo en Radio, el reconocido profesional rojense sostuvo que “estamos en un momento donde hay un resquebrajamiento de las masculinidades tradicionales. Quizás se habla de nueva masculinidad, pero en realidad siempre hubo nuevas masculinidades, porque nuestros abuelos fueron diferentes a nuestros padres en su forma de ejercer la masculinidad. Hay cambios que se van produciendo a nivel cultural, económico, que van modificando la forma de ser, y lo que se trata es de tener masculinidades críticas, que sean críticas a las diversas formas de dominación masculina”.

En esa línea, precisó que los feminismos han cuestionado este modo de dominación de género, pero también han hecho visible el modo de dominación neoliberal, y también el modo de dominación racial de la etnia blanca. También habla de cómo se configura esto y traspasa los cuerpos. Pero si nos fijamos en lo que son los discursos de la derecha y la ultraderecha, como los del imbécil de Milei aquí en la Argentina, apuntan fundamentalmente a los derechos conquistados por las mujeres y a limitar esos derechos, y también los de niños y niñas. Son posiciones antiderechos y además claramente antifeministas”.

Por ello, subrayó que “algo a lo cual tenemos que apuntar es a cómo votamos en la democracia, en estas democracias tan limitadas que tenemos, donde en general se vota por cuestiones afectivas, por identificaciones, o sea que puedo decir que los políticos son todos una porquería, y lo peor de todo es que terminan representando a cierta parte de la sociedad, que no se pone a pensar cuál es el programa que tiene para ofrecer y qué es lo que realmente hará. Por eso es que terminamos escuchando cosas terribles”.

EL ABUSO SEXUAL

“¿Cuántos casos conocemos públicamente o que han ido al poder judicial, por abuso sexual, en 2021 y 2022? A lo sumo se conocerán uno o dos, y la cuestión es que, tanto en Rojas como en cualquier ciudad, hay una agresión sexual que se oculta profundamente, que es el incesto paternofilial, que ocurre dentro de las familias, dentro de las buenas familias, ocurre en cualquier clase social, en cualquier sector social. Muestran las estadísticas que más o menos de cien casos denunciados, solo tres de ellos llegan a juicio y uno es condenado. Se calcula además que de veinte casos que pueden ocurrir solamente uno se llega a denunciar. Entonces hay una cifra oculta que es terrible, porque las agresiones sexuales forman parte de la cultura de la violación y el lugar donde mayor cantidad de agresiones sexuales existen es en la propia casa”.

EL ROL DE LA JUSTICIA

“Primero quiero rescatar a aquella gente que trabaja y pertenece al Poder Judicial y lo hace con honestidad, con entrega, con empatía, con cuidado de las personas, que hacen todo lo posible para que funcione este espacio en donde está la ilusión de que uno va a encontrar justicia. Pero ese sector es minoritario, porque el sector mayoritario se mueve dentro del Poder Judicial más o menos como Gasalla parodiaba a la empleada pública: con falta de empatía, con desinterés. Eso por un lado, pero por otro está lo que es el poder hegemónico. Los que tienen la manija dentro del Poder Judicial están fundamentalmente para garantizar algo que dijo, en otras palabras, el presidente de la Corte Suprema en su momento: que nuestra constitución, no está en contradicción y facilita la acción del mercado, o sea que garantiza la dominación de clases, luego también garantiza la dominación de género porque no facilitan para nada todo lo que es la investigación y denuncias de agresiones sexuales, e incluso tienen instrumentos de castigo contra madres que denuncian estos incestos paternos filiales. O sea que las acusan de falsa denuncia y las castigan, y hasta le sacan a los hijos”.

CRIMEN Y CASTIGO

“En el caso de Fernando (Báez Sosa), ese terrible asesinato que se produjo en la Costa Atlántica, lo que me impactaba es que tanta gente se sintiera bien pidiendo la pena de muerte o que los manden a la cárcel (a los imputados) como escribían en los periódicos, o como algún periodista mostraba un frasquito de vaselina para que los violen. Me parece terrible que se utilice como castigo la violación, algo que a su vez era sostenido por miles de personas que a su vez eran consideradas como muy buenos ciudadanos. Así que, cuando fueron condenados, con una altísima pena, mucha gente sintió que eran los buenos ciudadanos de Argentina y los malos estaban ahí, cuando en realidad la cantidad de agresiones sexuales o agresiones en grupo, es algo que se está produciendo permanentemente en el país. Después, que no se conozcan, es otra historia. En España, por ejemplo, país con el cual tenemos bastantes afinidades, donde hay medios económicos para realizar estadísticas, se está demostrando que están aumentando las agresiones sexuales en grupo de adolescentes contra niños y niñas y contra otras adolescentes, y esto es por efecto de la pornografía, ya que, cuando no hay educación sexual, la que educa es la pornografía”.

EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

“En el 2019 el 80 por ciento de las denuncias que se hicieron en Capital Federal de agresiones sexuales a niños y niñas las hicieron docentes, porque esos chicos y chicas entraron en crisis y contaron lo que les estaba pasando en sus casas, es decir que le pudieron poner palabras a lo que les sucedía. Por otro lado tenés un montón de buenos padres y madres que dicen “con mis hijos no” y con esta consigna de que los chicos no tienen que ser educados sexualmente lo que están haciendo es proteger a los agresores sexuales y a los abusadores. Hay estudios que indican que chicos y chicas de 5 a 8 años se ponen en contacto con producciones pornográficas en forma casual o no tan casual, no porque ellos lo busquen, sino porque existen algoritmos que los inducen a encontrarse con esos contenidos; por otro lado tenemos una cuestión que cambiará nuestras vidas, que es el tema de la Inteligencia Artificial, algo que a los y las docentes les va a romper la cabeza, porque no van a poder tomar tan fácilmente exámenes escritos, ya que una pregunta puesta en un teléfono en pocos segundos tendrá la respuestas, o sea que el pibe la copia y se acabó. En otro marco, cada vez más los agresores sexuales están utilizando internet para contactar a niños, niñas y adolescentes, a mujeres, y atraparlas para objetivos que están dentro de la connotación sexual y se está haciendo poco en contra de eso, en todo el mundo, se está haciendo poco para formar a los docentes en estos temas”.

ABUSO Y SOCIEDAD

“En cuanto a los grupos de prostitución infantil, que tanta relevancia ha tomado en los últimos tiempos, tiene que quedar claro que la pedofilia no es una orientación sexual, más allá de que existen algunos chantas que lo relacionan con el amor por el significado de las palabras. Pero la realidad es que las investigaciones muestran es que a los tipos que agreden sexualmente a niños y a niños, o que hay una marcadísima diferencia de edad, lo que les excita es el ejercicio de poder sobre esa persona, como al violador lo que le excita es el ejercicio de poder, como al progenitor que es un incestuoso y ejerce el poder sobre su hijo lo que le excita es el ejercicio de ese poder, dominarlo con su cuerpo. Por eso lejos está de ser una orientación sexual. Tenemos que tomar a la gran maestra Eva Giberti, que dice que no es abuso sexual infantil, sino que es abuso sexual contra las infancias, porque de infantil no tiene nada este abuso, entonces hay que cambiar ese concepto. En el caso de la iglesia católica no ha cambiado nada, es más, hasta el momento Bergoglio todavía no recibió a los agredidos sexualmente por curas de Argentina, y esto es porque sigue protegiendo al cura Grassi, que sigue siendo cura a pesar que no tiene instancias para revertir su condena. Mientras tanto tiene que estar en la cárcel hasta el 2028, y sé que se ha recibido de abogado, o sea que cuando salga seguirá ligado a la iglesia, hará una serie en Netflix para promocionarse, buscando este pedófilo que todos se olviden lo que hizo. Por eso me siento frustrado muchas veces, sobre todo cuando hay casos tan terribles en Argentina, donde a las mujeres madres protectoras les sacan los chicos, se los arrancan jueces perversos y perversas que hay en todas las provincias y en la Capital Federal, y por más que uno pelee, haga informes y conferencias de prensa, no se modifica la situación. Eso es algo que me frustra bastante”.

https://elnuevorojense.com.ar/lo-que-excita-a-los-abusadores-y-violadores-es-el-ejercicio-del-poder/

01/05/2023

¿Que parte no entienden cuando afirmamos que niñas, niñes y niños no mienten cuando se trata de agresiones sexuales?

La agresión sexual en la infancia siempre produce un impacto emocional, fisiológico, afectivo, quedando a veces imágenes claras que con el tiempo pueden recuperarse plenamente, parcialmente, o desdibujarse. 

Cuando un niño, niña o adolescente relata una o varias agresiones sexuales siempre es con una carga emocional, afectiva y síntomas presentes, lo que nos lleva a sostener que los niños no mienten cuando se trata de agresiones sexuales.

Sabemos que la revictimización judicial, el hecho de que las víctimas deban repetir muchas veces lo sucedido ante personas extrañas, activa de modo no consciente la disociación afectiva, que es un mecanismo de defensa a fin de disminuir y apaciguar el dolor y mantener el equilibrio psicológico. Éste consiste en separar la carga emocional de las imágenes “fotográficas” que se puede tener. Puede el relato perder fuerza emocional, pero siempre están los síntomas que se presentan a lo largo de la historia vital.

En el Poder Judicial, las y los protectores de la pedofilia y del incesto-paterno-filial usan la construcción ideológica llamada “implantación de ideas en la memoria” diciendo que a un niño su madre o su abuela (¡siempre una mujer!) le han hecho creer que fue agredido sexualmente, pero que eso nunca sucedió. Por supuesto, para sostener esta activa defensa pro-incesto deben descalificar los síntomas, o no tener en cuenta la carga emocional que sabemos sólo está si hubo agresión, o someter a la víctima a múltiples encuentros judiciales para desgastarla y así revictimizarla. Una vez logrado el objetivo hablan de alienación parental, acusando a la madre o a la abuela.

Reitero: los niños no mienten cuando se trata de agresiones sexuales. Y cuando escuche a alguien hablar de “implantación de ideas” en casos de violencia sexual sepa que se encuentra ante una persona que coloca en situación de sospecha a la infancia, a las adolescentes y a las mujeres, sosteniendo en última instancia la cultura de la violación y protegiendo a incestuosos y pedófilos.

Un juez de Violencia Familiar que es «activista machista»

Por Claudia Álvarez Ferreyra, Página 12, 5 de octubre 2022

https://www.pagina12.com.ar/487357-un-juez-de-violencia-familiar-activista-machista?utm_source=FB&fbclid=IwAR3DAC5gPZZ8LFSYr4Kc3lLEfDITY0EBx_JdzCIY_CVNQpUs49J7trOSC1c

Dio por existente un falso sindrome usado para poner en duda la palabra de víctimas. Carmelo Paz, del fuero de Violencia Familiar y de Género de Metán, ya fue cuestionado en diversas oportunidades por sus fallos machistas. Ahora recomendó al Ministerio de Educación “evitar el Síndrome de Alienación Parental”.

Carmelo Paz
Carmelo Paz

El juez de violencia familiar y de género de Metán, Carmelo Paz, recomendó al Ministerio de Educación de Salta “cultivar el amor filial por ambos progenitores” con el fin de “evitar el Síndrome de Alienación Parental”. Sin embargo, este cuadro clínico carece de validez científica, como lo señalaron la directora del Servicio de Asistencia a la Víctima, Matilde Alonso; el reconocido médico psiquiatra Enrique Stola y la secretaria de las Mujeres, Género y Diversidad de la provincia, Itatí Carrique

Para lxs dos últimxs, con el oficio enviado a la cartera de Educación el magistrado evidenció su falta de perspectiva de género y de acatamiento a la legislación vigente en esta materia, requisito para su cargo. «No puede ser que un activista machista esté cumpliendo el rol de juez», añadió Stola. 

La «recomendación» de Paz fue publicitada en la página oficial del Poder Judicial. El organismo informó que en el marco de una causa por violencia de género que tramita, el juez le envió al Ministerio de Educación un oficio con la sugerencia de que «se incorpore dentro de la currícula que los menores no deben ser involucrados en los problemas de los adultos, y que deben cultivar el amor filial por ambos progenitores, ello, a fin de evitar y/o erradicar el Síndrome de Alienación Parental».

El juez sugirió también «que en casos de matrimonios o parejas desavenidas, cuyos hijos se encuentren escolarizados, los pedidos de pase sean solicitados por ambos progenitores, ya sea durante el año lectivo o al finalizar». 

Consultado por Salta/12, Stola señaló como preocupación el hecho de que el magistrado «está reconociendo el síndrome de alienación parental» que se ha usado para poner en duda la palabra de las mujeres y niños, niñas y adolescentes cuando denuncian violencia intrafamiliar y el incesto paternofilial. Además, dicho síndrome no cuenta con aval científico yha sido rechazado como entidad clínica por la Organización Mundial de la Salud y por la Asociación Americana de Psicología.

«No hay ninguna asociación científica en el mundo que haya apoyado este síndrome, pero aunque alguna asociación lo hubiere reconocido, estaríamos peleando contra eso porque va dirigido fundamentalmente contra las mujeres, contra los niños y las niñas«, explicó el psiquiatra.

«No existe el denominado ‘síndrome’ en tanto no se encuentra avalado científicamente. Diversas instituciones a nivel provincial, nacional e internacional han expresado el rechazo del llamado SAP», dijo a Salta/12 la directora del Servicio de Asistencia a la Víctima del Ministerio Público Fiscal de Salta, Matilde Alonso a Salta/12. La funcionaria también es presidenta del Consejo Federal de Oficinas de Asistencia a la Víctima del Delito.

En coincidencia con estas posturas, la secretaria de las Mujeres, Género y Diversidad, Violeta Carrique, dijo a Salta/12 que el SAP viene siendo cuestionado y «se determinó que no tiene ningún sustento científico«. Asimismo, mencionó que hay legislación internacional que contempla los derechos de niñas y niños y cuestiona este «síndrome».

Alonso sostuvo que el Ministerio de Educación «debe tener conocimiento, información y adecuado asesoramiento en relación a esa recomendación» que realizó el juez. La funcionaria recordó que «la Convención sobre los Derechos de las infancias, las leyes de protección integral de niñas, niños y adolescentes a nivel nacional y provincial son de aplicación obligatoria en el territorio provincial«. Y «estamos sujetos a esas leyes», manifestó.

También Carrique dijo que en el Ministerio de Educación «antes de tomar cualquier decisión deberían hacer un análisis completo, con consultas multidisciplinarias para ver qué es lo mejor para los chicos. Su máximo deber es cuidarlos».

«Contraofensiva machista»

Stola explicó que el sindrome de alienación parental fue inventado en los años 80 por el «psiquiatra pedófilo» Richard Gardner, «como contraofensiva machista a todos los cambios que se estaban produciendo en la sociedad norteamericana donde las mujeres comenzaron a denunciar la violencia que sufrían en sus casas y el incesto paternofilial».

De este modo, Stola señaló que el SAP se empezó a utilizar en el Poder Judicial y con él «se acusa a la madre de algo así como lavarle la cabeza al hijo (o la hija), de implantarle ideas, de construirle un discurso para que acuse al padre de agresiones sexuales». Advirtió que quienes usan ese concepto son jueces y juezas, fiscalxs «machistas» y  «abogados y abogadas que defienden a estos abusadores, a estos hombres violentos» para descalificar la palabra de la madre que es la que sostiene y protege a sus hijxs.

«Lo cierto es que está bien demostrado que niños y niñas que son agredidos sexualmente no pueden inventar eso porque son situaciones que no deberían conocer ni deberían vivir y si las relatan es porque las han vivido, y si pueden sostenerlas y se expresan en los dibujos es porque las han vivido», dijo el especialista.

«Esto se fue refinando con el paso de los años y hoy la situación es más compleja porque los jueces colocan en situación de sospecha a las mujeres que van a denunciar (…). La mujer pasa a ser algo así como la culpable de querer destruir por alguna razón al varón», dijo Stola.

Asimismo, describió al SAP como «la terapia de la amenaza», «a la madre se la amenaza con que no va a ver más a sus hijos si continúa de esa forma y a los hijos, con que no van a ver más a su madre si es que siguen denunciando». Además, señaló que aplicando el concepto del SAP en el ámbito judicial pueden llegar a sacarle «el niño, la niña a la madre» y entregarlxs «al acusado». 

«No aprendió nada»

Para el psiquiatra Stola, el hecho de que Paz produzca este tipo de resoluciones «significa que no ha cumplido con la Ley Micaela, y si es que ha hecho su formación en perspectiva de género, significa que no aprendió nada«. «Por lo tanto, ¿cómo sigue siendo juez? Está reinvindicando la existencia de un falso, inexistente, síndrome de alienación parental que es una construcción machista que se utiliza dentro del Poder Judicial, que utilizan los sectores conservadores y machistas para castigar a las mujeres, los niños y las niñas», señaló.

«No puede ser que un activista machista esté cumpliendo el rol de juez. No sabe nada de violencia de género, eso está claro, es un ignorante» consideró Stola.

Carrique consideró que es importante insistir, “teniendo este tipo de antecedentes», en la implementación de la capacitación en Ley Micaela que es «obligatoria para los tres poderes del Estado». «Digo esto porque cuando se apela a este síndrome vemos que no hay perspectiva de género en esa mirada. Tener una justicia con perspectiva de género es necesario y esto marca que ni siquiera que sea un juez de violencia (familiar) y de género garantiza que haya perspectiva de género«, manifestó la funcionaria.

Asimismo, Stola cuestionó: «¿qué pasa con el Poder Legislativo de Salta? ¿cómo no han iniciado juicio político a este juez, ignorante en perspectiva de género y de los pactos internacionales?».  

Paz fue noticia en otras oportunidades. En 2021 una mujer de 40 años denunció públicamente que el juez la envió a ver vidrieras, a relajarse y dejar de hacer denuncias contra su exconcubino porque éste ya se encontraba detenido, cumpliendo condena por abuso sexual contra la hija de ella. También le habría dicho que resultaba «poco creíble» con sus denuncias.

El año pasado, el magistrado le imponía a una mujer trans de 56 años, vulnerable por el género, la pobreza, una salud deteriorada y sin ingresos fijos, pagar un alquiler para su hermano, un hombre con patologías de salud mental que la había violentado toda la vida.

 

Enrique Stola: “El poder judicial tiene una estructura muy aceitada de defensa de los abusadores de niñxs”


Publicado en «El Ciudadano», 5 de octubre 2022. Fuente «Las Brujas que Salem»

Entrevista al reconocido médico psiquiatra, especialista en psicología clínica y experto en violencia de género y agresiones sexuales contra las infancias. 

Por Gabriela Chamorro y Candela Cavenaghi.

Sol, Luna, Arco Iris, son nombres de fantasía dados a niñas abusadas para proteger su identidad y son historias de ellas y sus madres que pelean contra el sistema para que les crean sus relatos y castiguen a sus padres. A fines de octubre se realizará en la sede de la Universidad Nacional de La Plata el Primer Congreso Internacional sobre Abusos Sexuales contra las Infancias. Estas temáticas, la protección de las niñeces, la aplicación de la ley, la escucha respetuosa de las víctimas, violencia sicaria, educación y el discurso mediático frente a los abusos sexuales son algunos de los temas que se abordarán. Entre los catedráticxs estará presente, nuestro entrevistado, el psiquiatra Enrique Stola,

-Es preocupante la situación en los Juzgados de Familia donde las madres de niñxsabusadxs, piden ayuda, imploran auxilio y no la encuentran. ¿Por qué creés que se ponen tantas piedras para castigar a los abusadores de niñxs?

–Y la otra pregunta sería ¿por qué se hace tanto esfuerzo en el Poder Judicial para castigar a las mujeres madres no? 

No solo jueces y juezas, sino también peritos, peritas oficiales, psicólogas, psiquiatras, trabajadoras/es sociales, todos en conjunto hacen muchísimo esfuerzo para disciplinar a las mujeres y que no denuncien el incesto paterno/fiial.

Por esto muy bienvenido el Congreso que se va a realizar para poner sobre el tapete algo que hace años, una gran feminista, una gran investigadora de Argentina, Eva Giberti viene poniendo sobre la mesa que es esto del incesto paterno/filial de lo que no se habla, ni siquiera en el Código Penal. Al violador, si es el padre, se le da un agravamiento por el vínculo, pero es el mismo agravamiento que tiene el tío, el hermano mayor, el primo, el maestro, el cura, y la realidad que es muy diferente que una niña sea agredida por su padre biológico o adoptivo. Porque cuando el que lo comete es la figura paterna, se rompe una cuestión básica que hace a la necesidad deesa bebe del amor incondicional y del cuidado por parte del varón. Si el varón rompe esto con su propio hijx entonces simbólicamente, se traduce en el permiso que tenemos los varones para hacer cualquier cosa con los cuerpos subordinados. Después veremos, si en la praxis lo llevamos adelante o no, pero tenemos ese aval, ese sostén simbólico que implica una ruptura terrible en la conformación de los vínculos sociales. 

Por otro lado está la defensa que los abusadores y agresores sexuales tienen y que, en gran parte corresponde a aquellas instituciones, movimientos conservadores y religiosos que se oponen a la Educación Sexual Integral.  Actualmente España sacó una ley de obligatoriedad de la ESI en todos los colegios públicos y privados, vamos a ver si se cumple y hasta donde aguantan el enfrentamiento con la Iglesia, porque la realidad es que ningún gobierno se puso firme hasta ahora en esto que en definitiva representa una protección a los agresores sexuales. 

Asimismo, cuando las mujeres madres van y denuncian dentro del Poder Judicial se encuentran con una estructura muy aceitada de defensa de estos abusadores y agresores y de castigo hacia ellas mismas; y la Ley Micaela no lo ha podido remediar y yo no creo que lo remedie ni a corto ni a mediano plazo.

Si observamos por ejemplo lo que es el Poder Judicial español, después de 40 años de dictadura, de la Iglesia Católica de Franco, del conservadurismo y del Opus Dei todos ellos manejan el Poder Judicial. En nuestro país pasa lo mismo, hace poco un juez me decía que hasta hace algunos años cada juez tenía que tener un “padrino” para ser Juez de Familia, por supuesto un aval de la Iglesia Católica. Esto es lo que las mujeres argentinas y las madres protectoras están sufriendo hoy en día. 

-¿Podés explicarnos qué significa el término Síndrome de Alienación Parental o su similar “Interferencia Paternal” y por qué se sigue utilizando ilegítimamente?

-Este famoso Síndrome de Alienación parental solo existe en el Poder Judicial y es un instrumento de la violencia machista contra las madres protectoras.

Sobre el incesto paterno filial se había hablado fuertemente en el 1800 pero luego hubo un silenciamiento del tema del patriarcado. En la década del 50 y 60 las feministas norteamericanas lo hicieron visiblemente nuevamente y explicaron cómo muchas veces, para los chicos, el lugar más peligroso e inseguro era su propia casa. 

Cuando en ese momento que se hablaba de “violencia familiar”, no de “violencia machista” empezaron a aparecer las denuncias contra los varones aparece una contraofensiva por el año 82, 83 de un psiquiatra pedófilo que elabora esta teoría del Síndrome de la madre maligna, esa que mentía y utilizaba al chico, le lavaba la cabeza para que acusara al padre. La estrategia fue amenazar a la madre y al hijo. Al hijo decirle que si seguía diciendo eso nunca iba a volver a ver a la madre; y a la madre amenazarla con que la iban a separar de su hijo y se lo iban a entregar al agresor sexual. 

Esto sigue ocurriendo pero más refinadamente. Ya no se hace esa terapia de amenaza pero si existe el Ministerio Público Tutelar de la Capital Federal en donde las madres se ven sometidas a exámenes para ver si son capaces de maternar cada vez que denuncian incesto paterno filial. Ahí hay colegas, psicólogas, trabajadoras sociales que ponen la lupa en las madres y si son de bajos recursos, más todavía.  

Esto qué significa, que una mujer, cuando entra al Poder Judicial ingenuamente pensando que va a encontrar justicia, entra, en realidad a un espacio de sospecha en donde tiene que estar demostrando que en realidad quiere proteger a su hijo y no apropiarse económicamente de los bienes de su ex pareja. Esto está avalado con lo que instaló el patriarcado, esta teoría de que toda mujer quiere “joder a su ex” no?

Al aparecer los grupos feministas haciendo un fuerte cuestionamiento de estas prácticas se le comenzó a cambiar el nombre, hablar de “memoria implantada”, “coconstrucción del discurso” y otros términos. Pero lo que hay que tener claro es que lo que ellos dicen o quieren imponer es que los chicos pueden mentir, y los chicos mienten, pero por boludeces, para zafar, para manipular a mamá o papá o un hermano por un permiso, pero en hechos que significan agresiones al cuerpo, conmociones físicas y psíquicas, en eso no pueden mentir y eso cualquier psicólogo/a, psiquiatra con una mínima experiencia lo sabe. 

Por ejemplo yo estoy en este momento en España, y las estadísticas de aquí en relación a denuncias falsas de los chicos es de 0,01 % o sea, nada. 

Este Síndrome de Alienación Parental es muy sostenido por muchos jueces y juezas, por fiscales, gente ignorante de mala fe, pero sobre todo de concepción religiosa.

-Las últimas cifras del Ministerio de Justicia de Nación muestran que las denuncias de los abusos en infancia han aumentado. ¿Creés que esto puede deberse a que los familiares o algunas escuelas donde está implementada la ESI están más atentos?

Sí fijate de hecho la Ciudad de Buenos Aires dio en el 2019, antes de la pandemia, un informe en donde mostraba que el 80 % de las denuncias de agresiones sexuales a niñas, niños y niñes se habían hecho desde escuelas en donde estaban implementadas las clases de Educación Sexual Integral y que los chicos ahí, angustiados, contaron lo que habían pasado, porque se daban cuenta que eso de lo que se hablaba era lo que ellos estaban viviendo. Si esos chicos no hubiesen tenido o no hubiesen participado de esas clases hoy seguirían sufriendo agresiones sexuales.  A pesar de esto yo creo que lo que se denuncia es una parte mínima, muy pequeña de la totalidad de agresiones de incesto paterno filiales que hay porque además de ser lo más difícil de denunciar, hay, toda una estructura social que lo sostiene y que trata de evitar la denuncia a través del Poder Judicial. 

Yo me he entrevistado con pacientes que me dicen que cuando les pasó el abuso tuvieron la necesidad de separarse del mundo, de poner una distancia entre eso- el mundo- que lo estaba dañando. La sociedad condena demasiado y opina como cuando logran hablar después de mucho tiempo y son castigados por quienes cuestionan el por qué no lo dijeron antes…

Hoy estaba viendo en los medios como varios gremios docentes en La Plata hicieron paro y movilizaciones en defensa de un docente acusado por abuso sexual a niños (Lucas Puig). Sé que es una condena que no está firme aún pero es terrible que esos sindicatos se presten y activen eso porque nos muestra qué cantidad de recursos y defensas tiene la agresión sexual. 

-Mucho se ha hablado de que cuando un niñx puede poner en palabras el abuso comienza su sanación pero para la psiquis de ese niñx, mañana adulto, ¿por qué es tan necesario que haya un juicio, una pena, una resolución judicial?

-Justo hoy hablaba con una mujer que después de muchos años logró llevar a un familiar a juicio y declaró en un Tribunal. Ella se sintió muy bien tratada y contenida por parte de los tres jueces y me contaba lo bien que se había sentido. 

Yo creo que por un lado está el reconocimiento de la familia cuando lo contás y te cree y gran parte de la recuperación ahí está hecha, pero además, cuando se va a la instancia judicial esa “justicia” es un poco la representación simbólica de la sociedad en ese momento y cuando esa persona habla y se siente escuchada siente que está siendo reconocida y respetada por la sociedad, después de tanto maltrato. Si además de esto se da un castigo al agresor sexual esto actúa como una reivindicación y reparación a esa persona que, si bien se va a encontrar con el dolor de lo sucedido muchas veces en su vida y va a tener que seguir trabajando en cómo la agresión impactó en su vida y en sus vínculos esa decisión va a ser un antes y un después. Por eso es muy importante que esto ocurra y por esto molesta tanto cuando el sector hegemónico del Poder Judicial sea tan terrible para las víctimas y para las madres protectoras y las ataque y desgaste todo el proceso y no les crea y las trate como locas. 

-¿En estas temáticas en particular cómo te parece que los medios en general tratan estos temas?

-Yo creo que hay pocas feministas en los medios…

-Tenemos ley de paridad pero no la reglamentaron…

-Exactamente. Hay pocas feministas en los medios y esto hace que cuando se tratan estos temas los conductores, porque la mayoría son varones,no utilizan las palabras ni hacen una explicación adecuada, no están formados para eso y encima suelen llevar a psicólogas o psiquiatras que ven psicópatas por todos lados. Muchas veces no pueden, esos especialistas dar cuenta de las agresiones sexuales como un fenómeno social y como un producto de los modos de socialización que tenemos dentro de la sociedad patriarcal y capitalista. Porque de hecho, hay sociedades cazadoras, recolectoras donde el manejo de la sexualidad y del respeto de los cuerpo es otro muy distinto al que tenemos en nuestras sociedades.

Así que el tratamiento sigue siendo lamentable a lo que se suma también una parte media morbosa, de dar detalles innecesarios, de asociarlo con casos para espectacularizarlos, de exponer a los menores de edad, y de tratar de impactar por el rating.

-¿Qué pudiste observar respecto de los abusos que se cometen contra niños o adolescentes varones? En el último tiempo, los relatos del Colegio del Salvador, otros en el interior del país parecen mostrar que les cuesta más procesar lo que les pasó y denunciarlos…

Sí, a los varones les cuesta más procesarlo, por supuesto porque está ese mandato de que si son machos y tienen algún tipo de agresión sexual eso los coloca en una situación de poder convertirse en gays, u otro mito que hay de creer que pueden llegar a ser agresores sexuales en el futuro. He tenido posibilidades de hablar con muchos varones y varios de ellos tenían el problema de la paternidad, el deseo de ser padres. Ese mito ese discurso de que podrían convertirse ellos en agresores caló muy hondo.

Y lo cierto es que si eso, que es un mito fuera cierto estaríamos llenas de mujeres agresoras sexuales, ya que en el mayor cantidad de los casos las agredidas son ellas. 

Hay que desterrar esos mitos, son creencias nefastas que causan mucho dolor a las personas y también en muchas mujeres que han vivido agresión sexual cuando conforman la pareja y tienen hijos vuelven las escenas que vivieron y tienen mucho miedo a que el padre haga lo mismo con sus hijos. 

Es real que a los varones les cuesta mucho hablar y les cuesta mucho hablar públicamente. Algunos pueden llegar a hacer una denuncia, algunos otros lo hablan con un amigo de confianza, pero les es difícil hablarlo con la familia porque se sienten muy responsables de lo ocurrido. Lo cierto es que cuando pueden y logran hablar es muy liberador pero también es muy importante tener un sostén terapéutico atrás.  

-¿Qué dos o tres cosas elementales creés que se pueden hacer, que no son de difícil implementación y que podrían hacer la diferencia en lo que tiene que ver con la prevención y el tratamiento del abuso sexual infantil?

-Yo creo que los ministros de Educación de cada provincia deben hacer cumplir en colegios que sean de gestión privada o de gestión estatal los contenidos de la Ley de Educación Sexual Integral, eso es una decisión política. Si no lo hacen- y hasta el momento no lo vienen haciendo en ninguna provincia y no lo ha hecho ningún gobierno-están dando pasto a las fieras y les dan chicos, chicas y chiques a los agresores sexuales. Hay que entender que esa niñez, esa infancia no sabe cómo pedir ayuda, no sabe contar lo que le está pasando. 

Por otro ladolas madres protectoras se sienten muy solas, el Ministerio a nivel Nación de la mujer- porque a nivel de provincia tiene otra actitud- tiene que tener una actitud activa en todos los juicios en donde las madres protectoras están siendo agredidas y yo creo que Ministerio puede y debe cumplir una función en ese sentido. 

Lo tercero  es que  el SENAF (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia y quien lo preside debería tener la misma actitud activa en participación para defender a esos niñxs y sus madres. Porque parecería que está dividido por un lado las mujeres y por las otras los chicos y no es así, es un vínculo que tiene que estar apoyado por estas dos instituciones que no están participando en la protección de ellos. 

Congreso en La Plata

La Universidad Nacional de La Plata y la Asociación de Altos Estudios en Violencias y Abusos Sexuales realizarán el Primer Congreso Internacional sobre Abusos Sexuales contra las Infancias, los días 28 y 29 de octubre en la sede de la casa de altos estudios

El objetivo central de este encuentro apunta a promover un espacio de reflexión y debate que permita integrar la actividad de los diversos actores en la lucha contra las violencias, favoreciendo la articulación de intervenciones que resulten respetuosas de las víctimas.

Entre los conferencistas invitados se encuentran Sonia Vaccaro, Isabel Cuadros, Tomás Martín, Dora Barrancos, Susana Toporosi, Vita Escardó, Liliana Hendel, Irene Intebi, Adriana Puiggrós, Julieta Calmels, Enrique Stola, Marcelo Giacoia, Diana Maffía, Andrea Vázquez, Graciela Jofré, Gabriel Vitale, Thelma Fardin, Bettina Calvi, Nelly Minyersky, Natalia Amatiello y Carlos Rozanski.

Fuente: Las Brujas que Salem.

Marcha del 1 de febrero 2022

Marcho el 1 de febrero contra la Corte y la llamada “justicia” porque estoy harto del machismo, clasismo y racismo de jueces y juezas que desconocen la realidad de mujeres violentadas y de la infancia sexualmente agredida.

Harto por la imposición de “custodia”-cuidados-compartidos- dándole a golpeadores y agresores sexuales la tenencia de sus niñas/niños víctimas.

Harto de fiscalas/es de género que no tienen formación, no escuchan a mujeres ni a sus hijes. Harto de los juzgados de familia que llevan expedientes durante años sin estrategias adecuadas, con una lentitud y un desinterés que abruma.

Harto de que apliquen ese instrumento de violencia machista que es el falso-inexistente-en-la-psicología-psiquiatría “síndrome de alienación parental” y sus sucedáneos, construcciones ideológicas para castigar a las madres-protectoras que denuncian a padres-abuelos violentos o incesto-paterno-filial.

Harto de médicos que no “ven” los indicadores de abuso sexual, de psicólogues que atacan a las mujeres, de “defensores de menores” que no actúan.

Harto de que citen a audiencias a las mujeres-madres sin preocuparse donde dejan sus hijos, de la escolaridad de estos, de cómo los alimentan, nada les interesa.

Harto de la insensibilidad de gran parte del funcionariado, especialmente entre juezas y jueces. Harto de que no hayan terminado los juicios de Lesa Humanidad en Argentina, de la ineficiencia de esta Corte.

Harto de que haya dos cortesanos que no vacilaron en aceptar su cargo violando la Constitución Nacional y del Senado que le dio su OK.

Y por último, harto de los ataques en sede judicial a las colegas psicólogas que trabajan con la niñez sexualmente agredida con el objetivo de desalentar su atención terapéutica y dejar los pequeños cuerpos en manos de los abusadores.

El ataque a las defensoras de mujeres-madres y sus hijxs. (Necesitamos una reforma judicial feminista)

Hace tiempo que las feministas vienen denunciando que lo justo no se juega solo dentro de las paredes de los edificios del Poder Judicial, sino que hay actores visibles u ocultos que inciden directa o indirectamente en los resultados de cada denuncia o juicio. 

Mucho se sabe y se ha escrito sobre las dificultades del acceso  a la justicia, ya sea por motivos de pertenencia de clase (pregúntenle a las personas en situación de pobreza), por motivos de género (pregúntele a mujeres-madres-protectoras, infancias, personas trans, travestis y lesbianas) o por motivos de raza (pregúntenle a los no-blancos/as).

Cuando las mujeres denuncian y buscan justicia por incesto-paterno-filial contra sus hijos o hijas, en general no tienen idea acerca de las medidas de disciplinamiento y castigo  que desde el Poder Judicial pueden generarse contra ellas. Muchísimos operadores judiciales (jueces y juezas, fiscalas/les, trabajadoras/es sociales, psicólogos/as y psiquiatras)  accionan desde su ideología machista contra aquellas que osan denunciar a los varones, pues parten del prejuicio cultural que sostiene que “esas madres le meten ideas falsas a sus hijos” o “no hay nada peor que una mujer despechada”

En el campo judicial usan construcciones ideológicas llamadas “sindrome de alienación parental”, “implantación de ideas”, “co-construcción del discurso”, «contaminación del discurso» y otras frases y términos similares. Su uso tiene como objetivo encubrir y proteger a varones que ejercen violencia machista y a agresores sexuales de las infancias, pero su acción no termina ahí, sino que organizaciones de varones machistas, abogados/as, psiquiatras psicólogos avanzan contra las mujeres profesionales que defienden legalmente., sostienen terapéuticamente y otras como peritos de parte a esta niñez agredida y a sus madres, presentando contra aquellas denuncias penales, acosándolas en las redes sociales y hasta llegando a atacarlas físicamente mientras la mayoría de los Colegios de Psicólogos nada hace por las colegas agredidas.

El Estado Argentino nos exige a les profresionales denunciar los abusos sexuales y, cuando lo hacemos, quedamos a merced de un Poder Judicial machista y de organizaciones de varones violentos. #ProfesionalesContraelBacklash

Enrique Stola: “Es tradición en la Iglesia católica destruir los cuerpos”

Enrique Stola | Foto captura Youtube documental Los monstruos no existen

El psicólogo y psiquiatra que intervino en los casos Grassi y Lorenzo habla de los patrones de encubrimiento a los abusos sexuales eclesiásticos tanto de la Iglesia como del Poder Judicial. Los efectos de la impunidad en las víctimas y la doble cara de Francisco, “que es Bergoglio”

Por Estefanía Velo y Daniel Satur* 6 de enero de 2020

“Los abusadores no son personajes siniestros, no son monstruos, no son enfermos. Son los machos socializados de estas sociedades patriarcales, donde prima la cultura de la violación sobre los cuerpos”, afirmó a este medio el médico psiquiatra Enrique Stola, en una extensa charla en su departamento del centro porteño.

Con una vasta trayectoria aportando sus conocimientos en favor de víctimas de abusos y maltratos, su rol fue determinante en la causa en la que se condenó a quince años de prisión al cura pedófilo Julio César Grassi y también en la causa penal por abusos sexuales y corrupción de menores contra el sacerdote recientemente suicidado Eduardo Lorenzo. Allí analizó a una de las víctimas y aportó al expediente su informe pericial.

En esta entrevista Stola remarca  cuáles son las caras de la institución milenaria que, según el activista por los derechos humanos y feminista -tal como se define él-, tiene una larga historia en la destrucción de los cuerpos y una facilidad de encubrir curas abusadores. Así lo hizo Francisco, “que es Bergoglio”, con Grassi. Así lo hacen todas las autoridades eclesiásticas porque su principal objetivo es “defender la Santa Madre Iglesia”.

P.: -Muchas veces se escucha desde el Poder Judicial, o de personas vinculadas a los abusadores para poner en duda las denuncias, que “ya pasaron muchos años, por qué vienen a denunciar ahora”. ¿Qué análisis tenés de esos comentarios? 

E.S.: -La mayoría de las víctimas tarda mucho tiempo en hablar. Porque sienten vergüenza; o porque no se dan cuenta de la gravedad de lo que han vivido y de las consecuencias que tienen para ellas; o porque se produce un mecanismo de negación automático en la mente como para poder sobrevivir y entonces no recuerdan. Y si recuerdan, aparecen algunas imágenes pero desafectivizadas, hasta que en un momento aparece el afecto, la emoción, que puede estar disparado por películas, imágenes, pesadillas que de golpe muestran lo vivido, entre otras cosas. Pero para el psiquismo no hay tiempo. Las personas hablan cuando pueden. Y eso puede durar muchísimos años, treinta, cuarenta, cincuenta.

P.: Además vivimos en una sociedad cargada de presiones, prejuicios y estigmatizaciones...

E.S.: A quienes estén leyendo les propongo que piensen en algún episodio de su vida, que no tenga que ver con abuso, que no lo han compartido con nadie y cuánto les cuesta compartirlo. Si eso, que no es abuso, les cuesta compartirlo, imagínense una situación de agresión sexual o una violación.

A eso hay que agregar todo el entramado cultural y los mandatos sociales. Es diferente que una víctima pueda hablar de un abuso en un hogar que tenga una dinámica democrática a que tenga una dinámica religiosa. En este último caso, donde hay un padre o una madre autoritaria, a la víctima le va a costar mucho más decir. Esos son aditamentos que ayudan a configurar que el abuso sea aún más grave todavía.

P.: -¿Cuesta mucho más cuando se trata de sobrevivientes varones?

E.S.: -Claro, es que los varones estamos socializados en una dinámica de dominación y de aprendizaje de la dominación. Por lo tanto estamos rindiendo pruebas permanentemente sobre la heterosexualidad obligatoria, sobre la fuerza, la destreza corporal, la lealtad a los otros hombres, etc. Entonces ahí también hay una serie de trabas culturales que dificultan hablar. Y además, para todas estas víctimas, hay una falta de educación sexual integral, que es lo que facilitaría que existan las palabras como para que empiece a circular la información.

P.: -Por tu experiencia de muchos años con el caso Grassi, ¿qué opinión tenés sobre el abordaje que hace la Iglesia en los casos de abusos sexuales eclesiásticos?

E.S.: -Las instituciones religiosas en general y la Iglesia católica en particular tienden a proteger a los abusadores sexuales. La Iglesia católica tiende a dar una gran cobertura a los abusadores porque tiene una larga historia en el maltrato de los cuerpos. Desde el Concilio de Nicea (año 325 d.c.) hasta hoy la Iglesia ha estado ligada al poder, manejando espacios políticos y cuerpos, entonces tiene una larguísima tradición en cuanto a la destrucción de los cuerpos y a la agresión sexual de los cuerpos.

P.: -¿Ves patrones comunes en los diferentes casos de curas abusadores? 

E.S.: -La cúpula eclesiástica tiene un patrón común: “nosotros tenemos que cuidar y salvar a la Santa Madre Iglesia (cuidarnos nosotros y a la institución) porque los de afuera la atacan”. A partir de ahí se justifica cualquier cosa. Puede haber algunos jerarcas un poco más sensibles que tratan de cuidar que estas cosas no ocurran. Pero son minoría. En el resto prima el ejercicio del poder y lo que tratan es de ir haciendo “cirugía”. Si hay personajes que son descubiertos y la realidad política y social no da para ocultarlos, bueno, los entregan. Pero si da para ocultarlos, los cuidan y siguen siendo parte de su comunidad. Porque en esa larga tradición de maltratar cuerpos, en última instancia un abuso sexual no es más que un simple “error”.

P.: -¿El Vaticano podría actuar de forma diferente a como lo hace?

E.S.: Todo esto ocurre porque el Vaticano es como es. No se le puede pedir que produzca algo que llevaría a la autodestrucción. Ellos están acostumbrados a la doble cara. Por ejemplo, hablan de democracia mientras el Vaticano es un Estado absolutista, así lo dice su propia constitución. Hablan de amor, pero son profundamente vengativos y odian. Allí donde la sociedad civil no es fuerte, como puede ocurrir en países de Centroamérica, son capaces de hacer cualquier cosa aliados al poder. Ciertas diferencias que se muestran en los “papeles” entre el Vaticano (como Estado) y la Iglesia católica (como institución religiosa) en la realidad no existen, son todo una misma cosa. Son un Estado y una Iglesia absolutistas, atravesados por la hipocresía y con un marketing muy bueno, sumamente eficaz.

P.: -Respecto al “amor”, es una de las instituciones que más usa ese término como parte de su propaganda...

E.S.: El “amor cristiano” es parte de ese marketing y, básicamente, está pensado para el sometimiento de las mujeres, buscando el ejercicio de la dominación de los hombres sobre los cuerpos feminizados por el patriarcado.

P.: -¿Cuál es tu opinión sobre las directivas y los discursos del papa Francisco sobre el tema de los abusos sexuales eclesiásticos?

E. S.: -Francisco, que es Bergoglio, tiene en Argentina el caso que demuestra su complicidad: el caso de Julio César Grassi, quien hoy sigue siendo cura porque Bergoglio quiere que lo siga siendo. Este es el caso que claramente demuestra la complicidad de Francisco, que es Bergoglio, con Grassi y estos mecanismos de abusos y maltratos a niños y niñas. Él es quien lidera la lucha contra los estudios de género en todo el mundo, descalificándolos hablando de “ideología de género”. Es quien se opone a la Educación Sexual Integral.

P.: -Sin embargo en Argentina (y obviamente en otros países) hay mucha gente que defiende a Bergoglio y hasta intenta mostrar un rostro suyo casi “revolucionario”...

E.S.: Yo soy peronista. Y cuando los compañeros me dicen que no se puede cuestionar a Bergoglio “en este momento que Francisco habla del capitalismo…”, yo les respondo “¡como si la Iglesia no tuviera nada que ver con el desarrollo capitalista!”. Históricamente la Iglesia tuvo que ver con el desarrollo capitalista. Tuvo que ver con la caída de los autoritarismos estalinistas. Y hoy tiene que ver con el sostenimiento del neoliberalismo. Que se dejen de joder…

El caso Lorenzo, otro caso a imagen y semejanza

P.: Vos acompañaste a dos niños denunciantes de Grassi, luego también declaraste como testigo en el juicio, y ello te costó amenazas, persecuciones y hasta una denuncia del mismo Grassi, ¿cómo vivís esa situación?

E.S.: -Lo viví muy mal, sobre todo cuando entraron tres veces a mi casa y me atacaron físicamente. Estuve con estrés postraumático. Yo viví los tiempos de la dictadura y uno está psicológicamente preparado para resistir a la dictadura, pero cuando el ataque viene en una situación de democracia uno no tiene esas defensas psicológicas. Y la pasé muy mal. Es un caso que se llevó muchos años de mi vida, donde invertí mucho tiempo asistiendo y conteniendo a la persona por la cual fue condenado el cura, destrabando y haciendo visibles maniobras judiciales que iban en contra de los derechos de mi paciente. Yo creo que Francisco, que es Bergoglio, entiende perfectamente la bronca que tengo con él.

P.: -En septiembre pasado, cuando se realizó una inspección ocular en la parroquia de Gonnet donde vivía el cura Eduardo Lorenzo, la Fiscalía permitió la presencia del abusador en el mismo sitio donde estaba el joven denunciante. ¿Cómo afecta el encuentro, después de años, entre víctima y victimario? ¿Por qué creés que el Poder Judicial permite que sucedan estas cosas?

E.S.: -Es terrible esa situación, es una revictimización. Las y los funcionarios judiciales no desconocen esa situación, no son ingenuos. Recuerdo que cuando tuve que declarar en el caso Grassi dije que hubo funcionarios judiciales que trabajaron muy bien pero también hubo otros, una increíble cantidad, que en mí generaron un prejuicio que sostengo: todo funcionario judicial es sospechoso hasta que demuestre lo contrario. Hay que verlos actuar. Eso lo dije en el juicio, se hizo un enorme silencio en la sala, y les dije a los jueces que si sabiendo lo que significan los abusos sexuales sentaron a Grassi a pocos metros de las víctimas, yo tenía que pensar que lo hacían para que esas víctimas quedaran paralizadas ante la mirada del cura.

Porque eso es lo que producen estos hechos, una parálisis, un maremoto de recuerdos, de todas las agresiones sufridas. Es una expresión del poder absoluto del agresor sexual que aparece en esos momentos, incluso en un allanamiento. Lo mismo les pasa a las mujeres cuando algún juez de familia, por el tema de alimentos, junta al golpeador con su víctima.

En el caso de Diego y Lorenzo, la fiscal y sus funcionarios debieron tomar esa previsión básica, saber dónde iba a estar el agresor en ese momento a fin de no cruzarse con la víctima. Se supone que su responsabilidad es proteger a las víctimas, pero terminan demostrando insensibilidad, falta de formación y, en definitiva, complicidad con la situación. Eso es terrible para las víctimas. Esperemos que cuando realmente se lleve adelante la Ley Micaela, estos personajes puedan aprender lo que hay que hacer.

Las dificultades que enfrentan quienes han sido víctimas de abusos sexuales con respecto al sistema judicial de conjunto (jueces, fiscales, abogados, abogadas, psiquiatras, psicólogos, psicólogas, trabajadoras sociales, etc.) son muchas y grandes. En nuestras sociedades no se facilita la llegada y la protección de las personas agredidas y eso facilita la protección de los agresores.

P.: Según el informe pericial de la Corte Suprema de Justicia Bonaerense, el cura Eduardo Lorenzo tenía una “personalidad con características de manipulación, elevado autocentramiento y egocentrismo. Una organización psíquica compleja, presentación obsesiva de imagen grandilocuente de sí que encubre una estructura psicopática perversa”. Hay quienes pueden pensar, al leer eso, que Lorenzo estaba “enfermo” o “loco” ¿Quienes cometen estos delitos realmente lo están?

E.S.: -Una estructura psicopática no es una enfermedad, es algo que vino así de nacimiento y se ha ido estructurando a lo largo de la vida, sobre todo en los primeros años. Y no toda persona que tiene una estructura psicopática va a ser un agresor sexual. De hecho pueden haber psicodiagnósticos de dos personas diferentes que arrojan resultados más o menos parecidos pero resulta que uno es un agresor sexual y el otro persona no. No es una cuestión de patología, porque si no todos tendrían la misma conducta. Si fuera así, incluso se podría hacer una evaluación de gran parte de la población y determinar quiénes serán abusadores sexuales. Y eso no es posible.

P: Es decir que no son los “monstruos” que a veces pretenden construir ciertos relatos, reproducidos incluso por grandes medios de comunicación...

E.S.: -Para nada. Los abusadores no son personajes siniestros, no son monstruos, no son enfermos. Son los machos socializados de estas sociedades patriarcales, donde prima la cultura de la violación sobre los cuerpos, que llevan hasta las últimas consecuencias ese tipo de instrucción y ejercicio del poder, sin límites, sobre niños, niñas, niñes, mujeres u otros hombres.

Que los casos de abusos o violaciones aparezcan cada tanto públicamente no significa que sean raros, sino que son los que se conocen. Pero todos los días hay millones de violaciones y abusos sexuales en todo el mundo.

P.: -¿Qué impresiones te dejó el suicidio (al menos eso asegura el Poder Judicial que pasó con él) de Lorenzo? ¿Es común que personalidades de este tipo se suiciden?

E.S.: -Alguna vez pensé que Grassi se iba a suicidar y no lo hizo. Fue más vivo, sigue siendo cura y tal como viene la mano hasta puede llegar a ser papa (risa irónica). A Lorenzo prácticamente no lo conocí. Pero sí hay muchos curas que se han suicidado, en el mundo, al ser descubiertos. Lo que sí aparece claro en este caso es el descuido del Poder Judicial y de sus abogados. Porque no es que se le informó, se lo detuvo y se lo metió preso para tener los cuidados correspondientes y soportar el impacto de ese golpe narcisista de que lo hayan descubierto. Hubo toda una maniobra para que el tipo quedara libre y, bueno, ahí tienen los resultados. El Poder Judicial no cuida a la víctimas y, por otro lado, por complicidad también descuida a los agresores.

P.: -¿Qué consecuencias pueden tener en las víctimas la muerte abrupta de Lorenzo, quedando en los hechos impune? 

E.S: -Lo que generalmente ocurre es que las víctimas sienten una profunda impotencia. Porque que el abusador pase por el proceso de ser juzgado, condenado y que se haga justicia, aunque es una situación muy dura para ellas es también un proceso que les permite elaborar muchas cuestiones vividas, sobre todo las culpas que suelen sentir y han introyectado. Hay víctimas que hoy están pensando “él se suicidó pero en mi mente sigue estando vivo”. Y eso es lo grave. Si la justicia hubiera actuado correctamente, en la mente de esos jóvenes esa figura se iría apagando. Pero como no ocurrió, ahora Lorenzo va a estar vivo por mucho tiempo en esas mentes.

P.: -¿Considerás que ahora otras víctimas pueden sentirse más fuertes para salir a hablar y denunciar tanto los abusos como el encubrimiento eclesiástico?

E.S.: -Es posible que, ahora que él está muerto, algunas víctimas se sientan más seguras para hablar. Pero ellas también siguieron seguramente con atención el maltrato que tuvieron quienes denunciaron por parte del Poder Judicial y debe también estar el miedo a vivir un maltrato parecido aunque esté muerto el agresor. Así que no sé hasta qué punto pueden llegar a aparecer otras víctimas y en lugar de salir públicamente dirán “ya se murió, trato de ocultar todo esto, lo hablaré con un terapeuta y punto”.

P.: -¿Qué mensaje le enviarías a esas personas?

E.S.: -Yo les sugiero que lo trabajen con un terapeuta y luego vean si hay algo que quieren compartir socialmente, cuando tengan la seguridad de que lo pueden hacer sin que signifique un daño para ellos y sí signifique un acto reparador, que lo hagan.

Las luchas sobrevivientes

P.: -¿Qué rol juegan las organizaciones de sobrevivientes que luchan contra los abusos sexuales?

E.S: -Las organizaciones de sobrevivientes en general, sean de abusos sexuales eclesiásticos o de otro tipo, son muy importantes. Hay una propaganda de Alcohólicos Anónimos que dice “nosotros estuvimos ahí”, es una frase fuerte que está diciendo sabemos de qué hablamos cuando hablamos de esto. Para las personas que han vivido la particularidad de una agresión sexual y pueden hablar entre pares, es profundamente reparador. Es cierto que para algunas personas es algo demasiado movilizador y necesitan un tiempo para poder participar. Pero esos grupos son siempre muy sanadores, ayudan mucho a la reparación.

P.: -¿Qué paralelismo podés hacer entre los casos Grassi y Lorenzo?

E.S.: -El principal paralelismo entre los casos Lorenzo y Grassi, creo, fue el de la estrategia de protección de la Iglesia hacia esos curas. Aparece muy claro en lo que es La Plata, donde dos arzobispos aparentemente en posiciones muy diferentes, Aguer y Fernández, tienen la misma actitud de protección hacia el abusador. El actual arzobispo tiene una parla más progre, en sintonía con Francisco, que es Bergoglio, pero en la práctica actúan todos iguales.

También hay una similitud en ambos casos, que es la descalificación de las víctimas, con amenazas constantes. Eso es algo que aparece muy claramente cuando se trata de agresores sexuales con mucho poder, que hacen llegar las amenazas por diferentes lugares. Eso repercute mucho en las víctimas.

P.: -¿Cómo se puede avanzar en la búsqueda de la verdad con el agresor sexual ya muerto, como es el caso de Lorenzo?

E.S.: Con Lorenzo ya muerto, creo que hay que ver el tema de la responsabilidad de la institución eclesiástica. Porque cada vez que aparece un caso de estas características, la Iglesia no puede seguir ocultándolo. Siempre tienden a decir “ah, eso no pertenece a nosotros”. En Estados Unidos aparece muy clara la responsabilidad de la Iglesia como institución y los jueces lo tienen muy claro. ¿Por qué acá los jueces y las juezas católicas evitan eso y tratan de tomar al cura abusador como alguien que se “desprendió” la de la Santa Institución que no hizo nada y no accionan contra la institución? Eso, en América Latina, es parte de una estrategia muy lúcida que “su Santidad” ha elaborado.

P.: -¿Por qué la Iglesia no piensa en las víctimas, no se da un tarea para cuidarlos y protegerlos?

E.S.: -A ellos nunca les interesaron las víctimas. Bergoglio nunca les mandó ni siquiera un abrazo a la distancia a las víctimas de Grassi. En Chile pasó lo mismo y solo se vieron obligados a darles pelota a las víctimas cuando se dieron cuenta que algunas de ellas eran de la clase alta y tenían fuerte poder económico y político. Pero a los “negritos” y a las “negritas” la Iglesia no les da pelota. A ellos les interesa solo protegerse. No les importa la gente. Los dos enviados por Francisco, que es Bergoglio, a Mendoza para actuar en el caso Provolo, fueron para defender a los curas y ni les interesaron las víctimas. Eso es verso.

P.: -¿Viste la última película Los dos papas? ¿Qué opinión tenés sobre esa producción?

E.S.: -La vi hasta la mitad, tengo que terminar de verla. Pero hasta lo que vi, me pareció terriblemente falsa.

P.: -¿Qué mensaje le dejás a las personas que están leyendo esta entrevista?

E.S.: -Que a las personas que relatan haber sufrido una situación de abuso, siempre hay que partir creyéndoles. Eso no significa que uno no vaya a buscar elementos objetivos que fortalezcan la situación, pero tiene que existir primero esa empatía emocional de creerles. Eso en sí mismo ya facilita la posibilidad de recuperación. Que te crean es un acto de reparación.

A quienes fueron víctimas de abuso sexual hay que ayudarles a elaborar una estrategia, no ir “crudos” o ingenuamente al Poder Judicial que (esto lo saben bien quienes ya lo padecieron) puede ser una trituradora de carne. Hay que partir de que la “justicia” no existe, el Poder Judicial es un regulador en la sociedad al que, por lo tanto, hay que ir con una estrategia para tratar de conseguir un acto que se considere justo.

*Una producción de La Izquierda Diario y Pulso Noticias.

El psicólogo y psiquiatra que intervino en los casos Grassi y Lorenzo habla de los patrones de encubrimiento a los abusos sexuales eclesiásticos tanto de la Iglesia como del Poder Judicial. Los efectos de la impunidad en las víctimas y la doble cara de Francisco, “que es Bergoglio”

Por Estefanía Velo y Daniel Satur*

“Los abusadores no son personajes siniestros, no son monstruos, no son enfermos. Son los machos socializados de estas sociedades patriarcales, donde prima la cultura de la violación sobre los cuerpos”, afirmó a este medio el médico psiquiatra Enrique Stola, en una extensa charla en su departamento del centro porteño.

Con una vasta trayectoria aportando sus conocimientos en favor de víctimas de abusos y maltratos, su rol fue determinante en la causa en la que se condenó a quince años de prisión al cura pedófilo Julio César Grassi y también en la causa penal por abusos sexuales y corrupción de menores contra el sacerdote recientemente suicidado Eduardo Lorenzo. Allí analizó a una de las víctimas y aportó al expediente su informe pericial.

En esta entrevista Stola remarca  cuáles son las caras de la institución milenaria que, según el activista por los derechos humanos y feminista -tal como se define él-, tiene una larga historia en la destrucción de los cuerpos y una facilidad de encubrir curas abusadores. Así lo hizo Francisco, “que es Bergoglio”, con Grassi. Así lo hacen todas las autoridades eclesiásticas porque su principal objetivo es “defender la Santa Madre Iglesia”.

P.: -Muchas veces se escucha desde el Poder Judicial, o de personas vinculadas a los abusadores para poner en duda las denuncias, que “ya pasaron muchos años, por qué vienen a denunciar ahora”. ¿Qué análisis tenés de esos comentarios? 

E.S.: -La mayoría de las víctimas tarda mucho tiempo en hablar. Porque sienten vergüenza; o porque no se dan cuenta de la gravedad de lo que han vivido y de las consecuencias que tienen para ellas; o porque se produce un mecanismo de negación automático en la mente como para poder sobrevivir y entonces no recuerdan. Y si recuerdan, aparecen algunas imágenes pero desafectivizadas, hasta que en un momento aparece el afecto, la emoción, que puede estar disparado por películas, imágenes, pesadillas que de golpe muestran lo vivido, entre otras cosas. Pero para el psiquismo no hay tiempo. Las personas hablan cuando pueden. Y eso puede durar muchísimos años, treinta, cuarenta, cincuenta.

P.: Además vivimos en una sociedad cargada de presiones, prejuicios y estigmatizaciones...

E.S.: A quienes estén leyendo les propongo que piensen en algún episodio de su vida, que no tenga que ver con abuso, que no lo han compartido con nadie y cuánto les cuesta compartirlo. Si eso, que no es abuso, les cuesta compartirlo, imagínense una situación de agresión sexual o una violación.

A eso hay que agregar todo el entramado cultural y los mandatos sociales. Es diferente que una víctima pueda hablar de un abuso en un hogar que tenga una dinámica democrática a que tenga una dinámica religiosa. En este último caso, donde hay un padre o una madre autoritaria, a la víctima le va a costar mucho más decir. Esos son aditamentos que ayudan a configurar que el abuso sea aún más grave todavía.

P.: -¿Cuesta mucho más cuando se trata de sobrevivientes varones?

E.S.: -Claro, es que los varones estamos socializados en una dinámica de dominación y de aprendizaje de la dominación. Por lo tanto estamos rindiendo pruebas permanentemente sobre la heterosexualidad obligatoria, sobre la fuerza, la destreza corporal, la lealtad a los otros hombres, etc. Entonces ahí también hay una serie de trabas culturales que dificultan hablar. Y además, para todas estas víctimas, hay una falta de educación sexual integral, que es lo que facilitaría que existan las palabras como para que empiece a circular la información.

P.: -Por tu experiencia de muchos años con el caso Grassi, ¿qué opinión tenés sobre el abordaje que hace la Iglesia en los casos de abusos sexuales eclesiásticos?

E.S.: -Las instituciones religiosas en general y la Iglesia católica en particular tienden a proteger a los abusadores sexuales. La Iglesia católica tiende a dar una gran cobertura a los abusadores porque tiene una larga historia en el maltrato de los cuerpos. Desde el Concilio de Nicea (año 325 d.c.) hasta hoy la Iglesia ha estado ligada al poder, manejando espacios políticos y cuerpos, entonces tiene una larguísima tradición en cuanto a la destrucción de los cuerpos y a la agresión sexual de los cuerpos.

P.: -¿Ves patrones comunes en los diferentes casos de curas abusadores? 

E.S.: -La cúpula eclesiástica tiene un patrón común: “nosotros tenemos que cuidar y salvar a la Santa Madre Iglesia (cuidarnos nosotros y a la institución) porque los de afuera la atacan”. A partir de ahí se justifica cualquier cosa. Puede haber algunos jerarcas un poco más sensibles que tratan de cuidar que estas cosas no ocurran. Pero son minoría. En el resto prima el ejercicio del poder y lo que tratan es de ir haciendo “cirugía”. Si hay personajes que son descubiertos y la realidad política y social no da para ocultarlos, bueno, los entregan. Pero si da para ocultarlos, los cuidan y siguen siendo parte de su comunidad. Porque en esa larga tradición de maltratar cuerpos, en última instancia un abuso sexual no es más que un simple “error”.

P.: -¿El Vaticano podría actuar de forma diferente a como lo hace?

E.S.: Todo esto ocurre porque el Vaticano es como es. No se le puede pedir que produzca algo que llevaría a la autodestrucción. Ellos están acostumbrados a la doble cara. Por ejemplo, hablan de democracia mientras el Vaticano es un Estado absolutista, así lo dice su propia constitución. Hablan de amor, pero son profundamente vengativos y odian. Allí donde la sociedad civil no es fuerte, como puede ocurrir en países de Centroamérica, son capaces de hacer cualquier cosa aliados al poder. Ciertas diferencias que se muestran en los “papeles” entre el Vaticano (como Estado) y la Iglesia católica (como institución religiosa) en la realidad no existen, son todo una misma cosa. Son un Estado y una Iglesia absolutistas, atravesados por la hipocresía y con un marketing muy bueno, sumamente eficaz.

P.: -Respecto al “amor”, es una de las instituciones que más usa ese término como parte de su propaganda...

E.S.: El “amor cristiano” es parte de ese marketing y, básicamente, está pensado para el sometimiento de las mujeres, buscando el ejercicio de la dominación de los hombres sobre los cuerpos feminizados por el patriarcado.

P.: -¿Cuál es tu opinión sobre las directivas y los discursos del papa Francisco sobre el tema de los abusos sexuales eclesiásticos?

E. S.: -Francisco, que es Bergoglio, tiene en Argentina el caso que demuestra su complicidad: el caso de Julio César Grassi, quien hoy sigue siendo cura porque Bergoglio quiere que lo siga siendo. Este es el caso que claramente demuestra la complicidad de Francisco, que es Bergoglio, con Grassi y estos mecanismos de abusos y maltratos a niños y niñas. Él es quien lidera la lucha contra los estudios de género en todo el mundo, descalificándolos hablando de “ideología de género”. Es quien se opone a la Educación Sexual Integral.

P.: -Sin embargo en Argentina (y obviamente en otros países) hay mucha gente que defiende a Bergoglio y hasta intenta mostrar un rostro suyo casi “revolucionario”...

E.S.: Yo soy peronista. Y cuando los compañeros me dicen que no se puede cuestionar a Bergoglio “en este momento que Francisco habla del capitalismo…”, yo les respondo “¡como si la Iglesia no tuviera nada que ver con el desarrollo capitalista!”. Históricamente la Iglesia tuvo que ver con el desarrollo capitalista. Tuvo que ver con la caída de los autoritarismos estalinistas. Y hoy tiene que ver con el sostenimiento del neoliberalismo. Que se dejen de joder…

El caso Lorenzo, otro caso a imagen y semejanza

P.: Vos acompañaste a dos niños denunciantes de Grassi, luego también declaraste como testigo en el juicio, y ello te costó amenazas, persecuciones y hasta una denuncia del mismo Grassi, ¿cómo vivís esa situación?

E.S.: -Lo viví muy mal, sobre todo cuando entraron tres veces a mi casa y me atacaron físicamente. Estuve con estrés postraumático. Yo viví los tiempos de la dictadura y uno está psicológicamente preparado para resistir a la dictadura, pero cuando el ataque viene en una situación de democracia uno no tiene esas defensas psicológicas. Y la pasé muy mal. Es un caso que se llevó muchos años de mi vida, donde invertí mucho tiempo asistiendo y conteniendo a la persona por la cual fue condenado el cura, destrabando y haciendo visibles maniobras judiciales que iban en contra de los derechos de mi paciente. Yo creo que Francisco, que es Bergoglio, entiende perfectamente la bronca que tengo con él.

P.: -En septiembre pasado, cuando se realizó una inspección ocular en la parroquia de Gonnet donde vivía el cura Eduardo Lorenzo, la Fiscalía permitió la presencia del abusador en el mismo sitio donde estaba el joven denunciante. ¿Cómo afecta el encuentro, después de años, entre víctima y victimario? ¿Por qué creés que el Poder Judicial permite que sucedan estas cosas?

E.S.: -Es terrible esa situación, es una revictimización. Las y los funcionarios judiciales no desconocen esa situación, no son ingenuos. Recuerdo que cuando tuve que declarar en el caso Grassi dije que hubo funcionarios judiciales que trabajaron muy bien pero también hubo otros, una increíble cantidad, que en mí generaron un prejuicio que sostengo: todo funcionario judicial es sospechoso hasta que demuestre lo contrario. Hay que verlos actuar. Eso lo dije en el juicio, se hizo un enorme silencio en la sala, y les dije a los jueces que si sabiendo lo que significan los abusos sexuales sentaron a Grassi a pocos metros de las víctimas, yo tenía que pensar que lo hacían para que esas víctimas quedaran paralizadas ante la mirada del cura.

Porque eso es lo que producen estos hechos, una parálisis, un maremoto de recuerdos, de todas las agresiones sufridas. Es una expresión del poder absoluto del agresor sexual que aparece en esos momentos, incluso en un allanamiento. Lo mismo les pasa a las mujeres cuando algún juez de familia, por el tema de alimentos, junta al golpeador con su víctima.

En el caso de Diego y Lorenzo, la fiscal y sus funcionarios debieron tomar esa previsión básica, saber dónde iba a estar el agresor en ese momento a fin de no cruzarse con la víctima. Se supone que su responsabilidad es proteger a las víctimas, pero terminan demostrando insensibilidad, falta de formación y, en definitiva, complicidad con la situación. Eso es terrible para las víctimas. Esperemos que cuando realmente se lleve adelante la Ley Micaela, estos personajes puedan aprender lo que hay que hacer.

Las dificultades que enfrentan quienes han sido víctimas de abusos sexuales con respecto al sistema judicial de conjunto (jueces, fiscales, abogados, abogadas, psiquiatras, psicólogos, psicólogas, trabajadoras sociales, etc.) son muchas y grandes. En nuestras sociedades no se facilita la llegada y la protección de las personas agredidas y eso facilita la protección de los agresores.

P.: Según el informe pericial de la Corte Suprema de Justicia Bonaerense, el cura Eduardo Lorenzo tenía una “personalidad con características de manipulación, elevado autocentramiento y egocentrismo. Una organización psíquica compleja, presentación obsesiva de imagen grandilocuente de sí que encubre una estructura psicopática perversa”. Hay quienes pueden pensar, al leer eso, que Lorenzo estaba “enfermo” o “loco” ¿Quienes cometen estos delitos realmente lo están?

E.S.: -Una estructura psicopática no es una enfermedad, es algo que vino así de nacimiento y se ha ido estructurando a lo largo de la vida, sobre todo en los primeros años. Y no toda persona que tiene una estructura psicopática va a ser un agresor sexual. De hecho pueden haber psicodiagnósticos de dos personas diferentes que arrojan resultados más o menos parecidos pero resulta que uno es un agresor sexual y el otro persona no. No es una cuestión de patología, porque si no todos tendrían la misma conducta. Si fuera así, incluso se podría hacer una evaluación de gran parte de la población y determinar quiénes serán abusadores sexuales. Y eso no es posible.

P: Es decir que no son los “monstruos” que a veces pretenden construir ciertos relatos, reproducidos incluso por grandes medios de comunicación...

E.S.: -Para nada. Los abusadores no son personajes siniestros, no son monstruos, no son enfermos. Son los machos socializados de estas sociedades patriarcales, donde prima la cultura de la violación sobre los cuerpos, que llevan hasta las últimas consecuencias ese tipo de instrucción y ejercicio del poder, sin límites, sobre niños, niñas, niñes, mujeres u otros hombres.

Que los casos de abusos o violaciones aparezcan cada tanto públicamente no significa que sean raros, sino que son los que se conocen. Pero todos los días hay millones de violaciones y abusos sexuales en todo el mundo.

P.: -¿Qué impresiones te dejó el suicidio (al menos eso asegura el Poder Judicial que pasó con él) de Lorenzo? ¿Es común que personalidades de este tipo se suiciden?

E.S.: -Alguna vez pensé que Grassi se iba a suicidar y no lo hizo. Fue más vivo, sigue siendo cura y tal como viene la mano hasta puede llegar a ser papa (risa irónica). A Lorenzo prácticamente no lo conocí. Pero sí hay muchos curas que se han suicidado, en el mundo, al ser descubiertos. Lo que sí aparece claro en este caso es el descuido del Poder Judicial y de sus abogados. Porque no es que se le informó, se lo detuvo y se lo metió preso para tener los cuidados correspondientes y soportar el impacto de ese golpe narcisista de que lo hayan descubierto. Hubo toda una maniobra para que el tipo quedara libre y, bueno, ahí tienen los resultados. El Poder Judicial no cuida a la víctimas y, por otro lado, por complicidad también descuida a los agresores.

P.: -¿Qué consecuencias pueden tener en las víctimas la muerte abrupta de Lorenzo, quedando en los hechos impune? 

E.S: -Lo que generalmente ocurre es que las víctimas sienten una profunda impotencia. Porque que el abusador pase por el proceso de ser juzgado, condenado y que se haga justicia, aunque es una situación muy dura para ellas es también un proceso que les permite elaborar muchas cuestiones vividas, sobre todo las culpas que suelen sentir y han introyectado. Hay víctimas que hoy están pensando “él se suicidó pero en mi mente sigue estando vivo”. Y eso es lo grave. Si la justicia hubiera actuado correctamente, en la mente de esos jóvenes esa figura se iría apagando. Pero como no ocurrió, ahora Lorenzo va a estar vivo por mucho tiempo en esas mentes.

P.: -¿Considerás que ahora otras víctimas pueden sentirse más fuertes para salir a hablar y denunciar tanto los abusos como el encubrimiento eclesiástico?

E.S.: -Es posible que, ahora que él está muerto, algunas víctimas se sientan más seguras para hablar. Pero ellas también siguieron seguramente con atención el maltrato que tuvieron quienes denunciaron por parte del Poder Judicial y debe también estar el miedo a vivir un maltrato parecido aunque esté muerto el agresor. Así que no sé hasta qué punto pueden llegar a aparecer otras víctimas y en lugar de salir públicamente dirán “ya se murió, trato de ocultar todo esto, lo hablaré con un terapeuta y punto”.

P.: -¿Qué mensaje le enviarías a esas personas?

E.S.: -Yo les sugiero que lo trabajen con un terapeuta y luego vean si hay algo que quieren compartir socialmente, cuando tengan la seguridad de que lo pueden hacer sin que signifique un daño para ellos y sí signifique un acto reparador, que lo hagan.

Las luchas sobrevivientes

P.: -¿Qué rol juegan las organizaciones de sobrevivientes que luchan contra los abusos sexuales?

E.S: -Las organizaciones de sobrevivientes en general, sean de abusos sexuales eclesiásticos o de otro tipo, son muy importantes. Hay una propaganda de Alcohólicos Anónimos que dice “nosotros estuvimos ahí”, es una frase fuerte que está diciendo sabemos de qué hablamos cuando hablamos de esto. Para las personas que han vivido la particularidad de una agresión sexual y pueden hablar entre pares, es profundamente reparador. Es cierto que para algunas personas es algo demasiado movilizador y necesitan un tiempo para poder participar. Pero esos grupos son siempre muy sanadores, ayudan mucho a la reparación.

P.: -¿Qué paralelismo podés hacer entre los casos Grassi y Lorenzo?

E.S.: -El principal paralelismo entre los casos Lorenzo y Grassi, creo, fue el de la estrategia de protección de la Iglesia hacia esos curas. Aparece muy claro en lo que es La Plata, donde dos arzobispos aparentemente en posiciones muy diferentes, Aguer y Fernández, tienen la misma actitud de protección hacia el abusador. El actual arzobispo tiene una parla más progre, en sintonía con Francisco, que es Bergoglio, pero en la práctica actúan todos iguales.

También hay una similitud en ambos casos, que es la descalificación de las víctimas, con amenazas constantes. Eso es algo que aparece muy claramente cuando se trata de agresores sexuales con mucho poder, que hacen llegar las amenazas por diferentes lugares. Eso repercute mucho en las víctimas.

P.: -¿Cómo se puede avanzar en la búsqueda de la verdad con el agresor sexual ya muerto, como es el caso de Lorenzo?

E.S.: Con Lorenzo ya muerto, creo que hay que ver el tema de la responsabilidad de la institución eclesiástica. Porque cada vez que aparece un caso de estas características, la Iglesia no puede seguir ocultándolo. Siempre tienden a decir “ah, eso no pertenece a nosotros”. En Estados Unidos aparece muy clara la responsabilidad de la Iglesia como institución y los jueces lo tienen muy claro. ¿Por qué acá los jueces y las juezas católicas evitan eso y tratan de tomar al cura abusador como alguien que se “desprendió” la de la Santa Institución que no hizo nada y no accionan contra la institución? Eso, en América Latina, es parte de una estrategia muy lúcida que “su Santidad” ha elaborado.

P.: -¿Por qué la Iglesia no piensa en las víctimas, no se da un tarea para cuidarlos y protegerlos?

E.S.: -A ellos nunca les interesaron las víctimas. Bergoglio nunca les mandó ni siquiera un abrazo a la distancia a las víctimas de Grassi. En Chile pasó lo mismo y solo se vieron obligados a darles pelota a las víctimas cuando se dieron cuenta que algunas de ellas eran de la clase alta y tenían fuerte poder económico y político. Pero a los “negritos” y a las “negritas” la Iglesia no les da pelota. A ellos les interesa solo protegerse. No les importa la gente. Los dos enviados por Francisco, que es Bergoglio, a Mendoza para actuar en el caso Provolo, fueron para defender a los curas y ni les interesaron las víctimas. Eso es verso.

P.: -¿Viste la última película Los dos papas? ¿Qué opinión tenés sobre esa producción?

E.S.: -La vi hasta la mitad, tengo que terminar de verla. Pero hasta lo que vi, me pareció terriblemente falsa.

P.: -¿Qué mensaje le dejás a las personas que están leyendo esta entrevista?

E.S.: -Que a las personas que relatan haber sufrido una situación de abuso, siempre hay que partir creyéndoles. Eso no significa que uno no vaya a buscar elementos objetivos que fortalezcan la situación, pero tiene que existir primero esa empatía emocional de creerles. Eso en sí mismo ya facilita la posibilidad de recuperación. Que te crean es un acto de reparación.

A quienes fueron víctimas de abuso sexual hay que ayudarles a elaborar una estrategia, no ir “crudos” o ingenuamente al Poder Judicial que (esto lo saben bien quienes ya lo padecieron) puede ser una trituradora de carne. Hay que partir de que la “justicia” no existe, el Poder Judicial es un regulador en la sociedad al que, por lo tanto, hay que ir con una estrategia para tratar de conseguir un acto que se considere justo.

*Una producción de La Izquierda Diario y Pulso Noticias.

Enrique Stola: “Es tradición en la Iglesia católica destruir los cuerpos”

http://www.laizquierdadiario.com/Enrique-Stola-Es-tradicion-en-la-Iglesia-catolica-destruir-los-cuerpos?fbclid=IwAR2EsWSv5RoFIDWTK7MG6w73ECkOefXL0It107_X_cACHtGheWpVx_2cDNw

Debo clarar que no soy psicólogo sino Especialista en Psicología Clínica. Enrique Stola

 

Opinión: «Es necesario que se respete el derecho al tiempo»(abusos sexuales)

“¿Por qué no lo dijo antes?”, “Hablan ahora porque quieren perjudicar a la institución”, “¿No tenía entonces una amiga en quien confiar?», «¿Qué está buscando diciéndolo ahora?”, “Me suena algo raro que recién ahora lo cuente ¡luego de 20 años!”. Son expresiones de periodistas al conocer el relato de mujeres sobre la agresión sexual sufrida en otros momentos de sus vidas, o de jóvenes abusados cuando niños en instituciones religiosas.

Poderosas organizaciones niegan que el lugar más peligroso para niños y niñas es su propio hogar o también para los menores las instituciones que tienen total control sobre sus cuerpos.

Las agresiones sexuales producen un profundo impacto psico-biológico que obliga al psiquismo a reprimir recuerdos para mantener la estabilidad psíquica con la menores consecuencias en el cotidiano vivir. Algunas personas recuerdan imágenes de la agresión y otras acceden a recuerdos por un estímulo, por ejemplo, escuchar una música o percibir un olor.

Re-encontrarse con la experiencia traumática no es nada fácil pues obliga a ver el contexto del “allá y entonces”, aceptar los abandonos afectivos, la soledad de esos momentos, la falta de palabras para explicar lo que sucedía y la imposibilidades de compartir, ya que es frecuente que los adultos o cuidadores no quieran escuchar. Están presentes las amenazas del agresor, la culpa por la imposibilidad de detener la acción depredadora, la profunda vergüenza y la dificultad para entender lo sucedido. Re-encontrarse con el trauma muchas veces es además enfrentar poderosas organizaciones religiosas.

Quienes fueron agredidos sexualmente sólo hablan cuando están en condiciones de hacerlo y no por la imposición de la ley o del funcionario judicial.

El sufrimiento personal no puede ser regulado desde fuera por un almanaque. Es necesario que se respete el derecho al tiempo, el que se puede tomar la persona que fue víctima. Tiempo para poder hablar, para poder reparar y sanar.

Enrique Stola Médico Psiquiatra

Mi opinión en la nota realizada por Mariana Iglesias y publicada por Clarín el  20-07-2014

«Testimonios del horror: recién de adultos pudieron denunciar a un cura por abusos, pero para la justicia el delito prescribió»

La definición de patriarcado, machismo y feminismo para no confundirse más

Un especialista en género explicó qué es el machismo, el patriarcado y el feminismo. Los conceptos, uno por uno, explicados en esta nota.


 

El psiquiatra especialista en género, Enrique Stola, traza un perfil del hombre que permanece afincado en estas creencias. El patriarcado tiene sexo, es masculino y es bajo esa mirada que se organizan las diferentes sociedades en el mundo. Mientras tanto el machismo como su expresión extrema surge del sistema de creencias, actitudes y conductas que recrean el poder, la dominación masculina y la subordinación femenina. Machismo son esas conductas, mensajes y acciones cotidianas que ubican a los varones en una situación de supremacía en relaciones a las mujeres y otras personas feminizadas por el patriarcado.

El estereotipo del varón machista


El estereotipo de varón machista es occidental, blanco, heterosexual y propietario. Esas son las condiciones básicas en el imaginario social para expresar y ejercer poder. Cada día es más claro para la sociedad que son las mujeres las que lideran la lucha antipatriarcal. Ellas son las que sufren la asimetría socio-económica-cultural. Además,  sus necesidades tienen poca o nula respuesta de las instituciones republicanas de los Estados de toda América. El movimiento de mujeres viene diciendo NO y ese NO suena y resuena cada vez más fuerte. Esto produce la contraofensiva de los macho-activistas. Ya sea en Argentina o en cualquier país donde las mujeres conquistan y fortalecen derechos e irrumpen en el espacio público. Allí los machos circulaban impunemente.

A muchos varones es inútil explicarles que los derechos de las mujeres nunca pueden perjudicarlos porque ellos con su mentalidad machista evalúan como perjudicial la pérdida de sus históricos privilegios. Ese colectivo machista está conformado por los hombres que tratan consciente y activamente de sostener, cualquiera sea el costo que les imponga el patriarcado, la dominación masculina y la subordinación de las mujeres. Cuentan con el acompañamiento de esas mujeres colonizadas por el patriarcado, que gozan por extensión de los privilegios masculinos y que tienen palabras descalificatorias hacia la lucha de sus congéneres.

“A ellas no se les entiende…”


Quienes integran esos grupos machistas van desde los que con aire de ingenuidad afirman y preguntan “A ellas no se las entiende, ¿y ahora que quieren?”; o los “humoristas” que con poca inteligencia solo relatan chistes sexistas, homófobos, racistas y clasistas; o los macho-explicadores que aconsejan a las mujeres ”pará chiquita, yo te voy explicar lo que es la vida”, o intentan decirle a las feministas cómo deben comportarse mientras ponen cara de expertos en la liberación femenina, hasta los que ejercen violencia de género extrema contra las mujeres, golpeando, violando y asesinando.

“Hembristas”, “Feminazis”, “Feministas radicales”…


Encontramos también a los que intentan dividir a las feministas con el amplio movimiento de mujeres acusándolas de “hembristas”, “feminazis”, “feministas radicales”. También se usan términos como “gestapo feminista”, “fanáticas feministas”, “feministas que odian a los hombres”. Además,  aconsejan que “las feministas deben cuidar que su brazo fundamentalista no se los coma”. En general son “varoncitos” que antes no hablaban de las injusticias sufridas por las mujeres pero, desde hace un tiempo, no pierden oportunidad de intervenir. Sus afirmaciones ocultan la histórica y mundial asimetría estructural que existe en beneficio de los hombres, mientras que con sus gestos “benévolos” tratan de mostrar que quieren lo mejor para la humanidad (o sea ellos) y proponen un discurso supuestamente ético y siempre mentiroso. Queda claro que estos machos solo cambiarán o aceptarán la nueva realidad por el sostenido NO de las mujeres.

La inmensa mayoría de varones está aún muy atrás de la pacífica revolución feminista y esa lejanía mantiene la dramática realidad de la violencia hacia las mujeres y su máxima expresión, los femicidios, pues es en esa masa de hombres y de mujeres colonizadas por el patriarcado el contexto en donde se juegan las violencias contra las mujeres, niñas y niños.

También son políticamente muy fuertes los varones prostituyentes; los que alquilan cuerpos de mujeres pobres convirtiendo sus deseos de ser padres en derecho y los que con poder político y religioso impiden que las mujeres decidan sobre sus cuerpos.

En nuestra sociedad hay hombres que simpatizan con la lucha de las mujeres. Muchos profundizan esa empatía modificando creencias y conductas logrando configuraciones familiares más democráticas e igualitarias.

Tres mujeres saudíes se lanzan contra el machismo a través de la música


 

Fuente: Clarín


El 8M las mujeres conmemoran la cotidiana lucha por su liberación

«El 8 de marzo es eludía en que las mujeres conmemoran la cotidiana lucha por su liberación, no solo de la dominación masculina sino de toda estructura de dominación patriarcal, socio-económica-cultural y política. Al respecto opinó para Télam Enrique Stola, médico psiquiatra, especializado en violencia de género. Publicado el 8.03.2019 https://www.telam.com.ar/notas/201903/338925-el-8m-las-mujeres-conmemoran-la-cotidiana-lucha-por-su-liberacion.html

La agenda feminista está cargada de temas pues cada día las mujeres nos muestran nuevas afectaciones a sus vidas producto de la sociedad patriarcal, la dominación masculina y el machismo.

Todas las personas nos vamos desarrollando dentro de fuertes estereotipos sociales que sostienen a la sociedad patriarcal, siendo los varones socializados en nuestra masculinidad en el rol de dominador.

Desde pequeños estamos viendo avisos con mujeres en posiciones denigrantes con títulos como “Chicas nuevas”, “Todo servicio”, “Adolescentes traviesas”, “Excítate en Tribunales”, lo que nos estimula la creencia de que como futuros hombres vamos a tener un grupo de mujeres a nuestra disposición, que serán diferentes a las que formarán parte de nuestra red afectivo-social.

Mientras tanto la revolución tecnológica nos coloca con un solo click en contacto con la pornografía. A falta de Educación Sexual Integral ahí tenemos la poderosa forma actual de educarnos, ahí está la estética y performance machista que nos dice cómo hay que ser sexualmente con las mujeres, quedándonos mucho mas claro que ellas están a nuestro servicio y cómo podemos ejercer nuestro rol prostituyente.

Y aprenderemos a no hacernos preguntas ni cuestionamientos sobre como surge esa innumerable cantidad de servidumbre-mujeres que irán cambiando de acuerdo a las “necesidades” de nuestro mercado, el de los machos. No nos preguntamos pues ya conocemos la respuesta que nos conforma y circula: “siempre fue así”, “les gusta”, “están ahí porque lo quieren”. No nos interesa conocer nada sobre esos congéneres que nos proveerán de desconocidas mujeres a través de las redes de Trata-con-fines-de-explotación-sexual.

Pero eso no es todo. ¡Queremos ser padres! Entonces aquí está nuestra sociedad patriarcal colocando a nuestro servicio, con muy buen marketing y a precios accesibles, una cantidad de mujeres-jóvenes-pobres que podemos alquilar y luego, si somos famosos, nos permitirá aparecer como padres “amorosos”, daremos reportajes, mostraremos a nuestros hijos y nunca aparecerá la-mujer-madre-que-lo-parió, la que quizás esté siendo alquilada nuevamente, seremos entonces la imagen de la felicidad y muestra de que la vida tiene reservada cosas lindas para los hombres.

Y hay mas explotaciones del cuerpo femenino. Es en conmemoración de la lucha femenina que el 8 M existe, día en que las mujeres conmemoran la cotidiana lucha por su liberación, no solo de la dominación masculina sino además de toda estructura de dominación patriarcal, socio-económica-cultural y política. Ellas se liberarán y lo que parece que los varones no sabemos es que cuando ellas lo logren todas, todes y todos seremos libres y viviremos en una sociedad realmente democrática.

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