Suicidio de macho-violentos
por enriquestola
Desde hace siglos el movimiento de mujeres está llevando adelante un proceso de liberación que va cobrando en los últimos años velocidad y mayor eficacia. El polo dominante masculino, aunque comienza a desestructurarse, reacciona en forma casi coordinada a partir de sus privilegios y los conocimientos que les dan sus experiencias en el ejercicio del poder socio-económico-cultural. Lo hacen con discursos adecuados al momento diciendo “NiUnaMenos” y es claro que la mayoría de los hombres no las quieren muertas pero sí dominadas. Para mantener esto último, intelectuales de todos los colores políticos e ideológicos escriben sobre las violencias tratando de desdibujar la identificación específica de lo que es la violencia de género o machista y los líderes religiosos avanzan calificando de “ideología de género” a los conocimientos que han permitido a las mujeres identificar el porqué de su posición de subordinación. Mientras tanto, la mayoría del colectivo Psi integrado por profesionales de la psicología, psiquiatría, psicoanálisis y otras corrientes tratan de patologizar cada femicidio y con ello ocultar la dominación social masculina que les da sentido. En paralelo los creativos de la publicidad y las empresas “que le hacen bien al país” generan contenidos que estimulan a las mujeres a mantenerse en los roles estereotipados que el capitalismo neoliberal-sexista-racista necesita mientras periodistas conservadores y “progres” tratan de ser políticamente correctos en los debates y a la vez limitar la discusión de cada femicidio como un hecho “aislado y lamentable” y todavía siguen usando el tan famoso “crimen pasional” para describir la agresión machista. Porque a la violencia de los machos, y esa parece ser la consigna, hay que limitarla en su tratamiento solo a la violencia de género extrema (VGE) mientras las demás violencias masculinas y especialmente la SIMBÓLICA no entran en discusión.
Y así en cada pueblo los intendentes y dirigentes de los clubes luchan para mantener los “concursos de belleza” y aunque estén violando derechos de las mujeres, adolescentes y niñas para reforzar estereotipos, lo hacen ocultando sus miradas-pensamientos machistas detrás de argumentos imbéciles como “es nuestra cultura o siempre lo hicimos”.
En cada hogar donde hay VIOLENCIA DE GENERO EXTREMA la mujer, niños y niñas están siendo sometidas, torturadas y la agresión que reciben es cotidianamente legitimada por una sociedad que avala la dominación masculina. Y los hombres con menos autocontrol ejercen más violencia llegando al femicidio. Todo macho que amenaza de muerte puede llegar a asesinar y todo asesino puede llegar a suicidarse.
Una pregunta muy frecuente: ¿porqué se suicidan luego de asesinar a la pareja o ex pareja y muchas veces a hijos e hijas?
En este marco socio-económico-cultural donde el ser macho tiene entrenamiento y legitimación social, cada varón-dominante que se reconoce como dueño y señor de una mujer siente que ese vínculo le otorga un lugar en el mundo masculino, le permite reconocerse a si mismo como macho que cumple la expectativa social de tener mujer y familia y a la vez su red social da validez a su comportamiento. Su violencia es siempre autojustificable y si alguno tiene dudas ahí están las propagandas y el discurso hegemónico en el imaginario social que muestran claramente para qué sirven las mujeres. Pero las mujeres hace tiempo vienen de alguna forma diciendo-haciendo NO a esa dominación que da sentido a la vida de tantos hombres. Llega un momento en el que ellas deciden separarse o ellos lo perciben así, es entonces cuando el femicidio se consuma seguido inmediatamente del suicidio porque para el macho-dominante pierde sentido la vida,
Son muchos los hombres que asesinan a mujeres, a hijos e hijas y luego se suicidan. No lo hacen por temor a la cárcel ni por miedo a una condena social. Ellos han estado legitimados en su conducta desde siempre ¿qué miedo van a tener?. Lo que les preocupa y angustia es la pérdida de sentido de sus vidas al no poder ejercer la dominación sobre esa mujer-objeto que les permitía mantenerse psicológicamente estructurados. En la sociedad patriarcal las mujeres son el soporte afectivo de los varones y les dan seguridad. Que ellas sean el. soporte afectivo no significa que esos hombres las amen. Son un objeto necesario y al serlo cobran valor afectivo para el psiquismo de quien domina. El goce del ejercicio de la dominación sobre una mujer no es amor.
Estados y gobiernos machistas condenan a muerte a mujeres obligándolas a someterse a abortos sépticos. Machos que se resisten todo lo que pueden a la paridad política y al ejercicio del poder por parte de mujeres que representen los intereses de las mismas. Comunidades regidas por machos. Familias patriarcales. Religiones lideradas y dominadas por machos. Configuraciones vinculares que expresan la dominación masculina. Golpes, violaciones y asesinatos de adolescentes y mujeres. Suicidio de los asesinos.
Si queremos alcanzar una sociedad justa y lograr un stop a la matanza de mujeres necesitamos mucho más feminismo en todos los espacios sociales.
[…] [5] Enrique Stola en “Suicidio de machos violentos” https://stolaenrique.co/2016/10/27/suicidio-de-macho-violentos/ […]
[…] [5] Enrique Stola en “Suicidio de machos violentos” https://stolaenrique.co/2016/10/27/suicidio-de-macho-violentos/ […]
Buen artículo. Y un frase dice: «Si queremos alcanzar una sociedad justa y lograr un stop a la matanza de mujeres necesitamos mucho más feminismo en todos los espacios sociales». Y como creo que el sexo de quien habla sí que importa, me surge una pregunta:¿Por qué ocurre que casi nadie escucha a las intelectuales feministas (las del presente, las del pasado) mientras que a medida que el feminismo, como movimiento social, adquiere reconocimiento social y cultural, los hombres se ponen a hablar del tema?
¿No se reproduce de este modo aquello que Virginia Woolf hizo patente hace un siglo: que en todas las bibliotecas del mundo se escucha a los hombres hablar entre ellos?
¿Por qué la voz de las mujeres intelectuales sigue siendo inaudible? ¿Por qué las palabras de las mujeres no cuentan?